22 – SEPTIEMBRE
Matutina: Salmo 19:11,12
Meridiana: Salmo 75
Vespertina: Lucas 22:60-62
TENGO MIEDO
Yo sé que Tú quieres que tus hijos seamos valientes para que de esa forma tengamos éxito en la evangelización del mundo. Yo sé que ningún cobarde es digno de tu llamamiento; porque los que han de conquistar el reino eterno, tendrán esculpida en su alma esta palabra: ¡Valentía! Pero, a pesar de eso, Dios mío, ¡tengo miedo!
No es el miedo que tortura a los niños ante fantasías imaginarias, ni tampoco el miedo de las almas ruines que no tienen un rasgo de fe en tu Palabra y en tu Nombre.
Tengo miedo de cometer injusticias, ya que esa es la vía más rápida de convertirse en verdugo de alma negra, cuya sombría recompensa no se hará esperar.
Tengo miedo que, por mi descuido y pereza, mis semejantes sean privados del conocimiento de tu amor, y no puedan aliviar sus penas, ni tener descanso para sus pesadas cargas, y tenga yo que oír la voz de tu Espíritu que me condenará diciéndome: ¡Criminal!
Tengo miedo, ¡oh Padre! de ese mundo traidor y satánico que me acecha tentador por ver si (al igual que otros desdichados), cometo el infame y repugnante pecado de la apostasía.
Cuando veo que un santo se convierte en profano, siento miedo, Señor, de caer en ese abismo.
Que no se ahuyente, Dios mío, de las ramas de mi alma, tu nívea paloma con su mensaje de celeste paz. Pues cuando esto sucede, donde hubo fiesta, después viene el luto; donde hubo risa, después vemos llorar.
-Luis Cruz Lara
¡Oh Dios misericordioso, líbranos del mal!
Leave A Comment