24 – SEPTIEMBRE

Matutina: Colosenses 3:1-4

Meridiana: Salmo 75

Vespertina: Colosenses 3:5-10

CUIDADO, CRISTAL

Acostumbran las fábricas de objetos frágiles, poner este aviso en la envoltura de sus productos con el fin de que las personas que van a manipularlos, los traten con cuidado para evitar perjuicios en el material. Y siempre que nos acercamos a donde están dichos paquetes, observamos el letrero: “¡Frágil, trátese con cuidado!”

Y de la misma manera que estos objetos necesitan que se manipulen con delicadeza, al igual que ellos hay muchas personas. La susceptibilidad es un animalito dañino que muchas veces realiza obras muy destructoras en el corazón de muchos seres humanos.

Hay personas que tienen un carácter tan violento que, al tratarlos hay que usar un cuidado especial

Otros individuos semejantes al cristal, son esos que, si alguien en tono familiar o por descuido les habla de la raza, clase social, o familia a la cual pertenecen, ya pierden el equilibrio y quieren pelear. ¡Qué lejos están las tales personas del temple y la visión de los que viven en el mundo, imperturbables!

No nos podemos imaginar a un hombre de Dios con esta debilidad. El hombre de Dios se ha hecho a prueba de golpes recios, y sabe asimilar los impactos, ya vengan contra el cuerpo como si vienen contra el alma.

¡Que vengan pues los desprecios, las calumnias, las infamias, los dolores, los reveses, que allí humilde, sereno y sonriente las está esperando uno que vive con Dios!

-Luis Cruz Lara

El hombre de Dios tiene la piel de bronce,

el corazón de acero y el alma de diamante.