19 – OCTUBRE

Matutina: 1 Pedro 2:25

Meridiana: Salmo 75

Vespertina: Salmo 23

JEHOVÁ ES MI PASTOR

Me asombra ver cómo David, aquel que desde su niñez tenía como oficio el pastoreo, se comparara precisamente con una oveja.

Quien como él para conocer la debilidad de este animal: inteligencia casi nula, patas cortas y delgadas incapaces de correr lo suficiente como para no ser devorada por un animal salvaje, necesidad de compañía y de alguien que vele por ella.

Qué gran comparación, pues quién de nosotros puede cuidarse a sí mismo sin terminar siendo devorado por el pecado y la muerte o quién puede no extraviarse siguiendo su propio camino.

Al comprender esto podemos ver realmente a Dios como nuestro pastor. Aquel que nos lleva a pastos delicados cuando somos incapaces de encontrarlos, aquel que venda nuestras heridas y en valle de muerte y oscuridad nos infunde aliento. Jehová y no otro, es nuestro pastor por esto nos seguirán el bien y la misericordia. Bondad para suplir todas las necesidades, misericordia para perdonar todos los pecados, no un día, ni dos, sino todos los días de nuestra vida. Y después hay más, moraremos en la casa de nuestro Señor por la eternidad.

-Diana R. Díaz

Usted y yo necesitamos un pastor, necesitamos a Jehová.