27 – NOVIEMBRE

Matutina: Mateo 18:23-35

Meridiana: Salmo 57

Vespertina: Génesis 50:15-21

EL CÁNCER DEL RENCOR

El mensaje acerca de que Dios nos perdona, tiene una condición previa: que nosotros perdonemos a aquellos que nos han hecho algún daño.

Jesús dijo: “Si no perdonareis a los hombres sus ofensas tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas”. Mateo 6:15.

Solo existe una cura para el cáncer del rencor: ¡Perdonar! En ocasiones cosas insignificantes algunos cristianos no pueden olvidarlas, pero los fieles todos los tiempos supieron perdonar. José, David, Esteban, Jesús y todos los hombres y mujeres que admiramos, supieron perdonar. ¿Acaso esos que no perdonan, nunca ofenden?

Corrie Ten Boom, perdonó a un guardia de los nazis que tenía parte de responsabilidad por las muertes de los miembros de su familia, en un campo de exterminio en Austria. Después de la guerra ella tenía un hogar en Holanda para personas que habían sido víctimas de la brutalidad de los nazis. Los que habían podido perdonar a sus antiguos enemigos, pudieron reconstruir sus vidas, a pesar de sus cicatrices físicas; pero los que habían alimentado su rencor, habían permanecido inválidos.

Todas las clases de rencores, inclusive el que parece “justificado” destruirá a la persona espiritual y emocionalmente. Es una enfermedad del alma. Entonces no pienses en la ofensa, recuerda algún favor o buena acción que esa persona haya tenido contigo y verás que es mayor el bien que el mal recibido.

-María R. Arias

El rencor es un cáncer y como tal nos minará.