28 – NOVIEMBRE

Matutina: Isaías 41:8-10

Meridiana: Salmo 57

Vespertina: Santiago 2:20-23

AMIGOS DE DIOS

Una noche, estando en oración, vino a mi mente el pasaje donde el mismo Dios se refiere a Abraham, como su amigo, y deseé con toda mi alma ser una amiga de Dios.

Medité profundamente en lo grato que será ser amigo de Dios. ¿Cómo podré yo lograr esto? Y llegó a mi mente el pasaje de San Juan 15:14: “Vosotros sois mis amigos, si hiciereis las cosas que yo os mando”.

Esta es la clave, me dije, obedecer al Señor en todo. Por eso Abraham pudo alcanzar ese título, porque no le negó a Dios ni siquiera a su hijo, en el cual había recibido la promesa.

La Biblia nos habla de la bella amistad de David y Jonatán. Proverbios 18:24, dice: “El hombre que tiene amigos, ha de mostrarse amigo: y amigo hay más conjunto que el hermano”.

La amistad entre los seres humanos es muy hermosa, cuando es sincera; pero nunca se ha de comparar al de ser amigos de Dios, tener una relación estrecha con Él y estar seguros de que en nuestras dificultades y problemas, estará siempre a nuestro lado, y le oiremos decir: “No temas, porque yo te redimí; mío eres tú. Cuando pasares por las aguas, yo seré contigo: y por los ríos, no te anegarán. Cuando pasares por el fuego, no te quemarás, ni la llama arderá en ti”. Isaías 43:1,2.

-Мirtha Almeida

¡Qué nuestra amistad dure hasta la eternidad!