3 – ENERO
Matutina: Lucas 18:9-14
Meridiana: Salmo 3
Vespertina: Salmo 51
DE RODILLAS
Cuando hemos visto a uno de los que batallaba a nuestro lado caer, uno que luchaba con tesón, con esfuerzo, con sacrificio; que había sido fiel y que se veía firme en el camino, pero que no sabemos cómo se dejó vencer por el enemigo, ¡qué triste experiencia! ¡Qué dudas nos asaltan! Nos quedamos como los discípulos cuando Cristo les dijo que iba a ser entregado por uno de ellos mismos; fue tanta la turbación, que exclamaron: “¿Seré yo, Señor?”
Nosotros también, en casos semejantes, hemos preguntado llenos de ansiedad, ¿y yo, Señor? Si esos que se veían fuertes no pudieron, ¿cómo podré yo? Y el Padre amante nos ha dado una respuesta: ¡De rodillas! No con actitud erguida, no confiando en tus fuerzas; no con altanería, sino como el publicano, en una humilde actitud de adoración: “Sé propicio a mí pecador”, porque “mejor te elevas a Dios cuando te humillas”.
La humildad y la consagración requieren una vida de santo esfuerzo, y no las podremos alcanzar en un momento, pero poco a poco, sin dejar de avanzar en el camino de la perfección; paso a paso, peldaño tras peldaño y contando con la asistencia divina porque, aunque parezca demasiado difícil, hemos de hacerlo ¡de rodillas!
-Liccy Fuentes
Arrodillado ante la cruz, Cristo ha de hallarte así
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