20 – ENERO

Matutina: 1 Corintios 14:26-33

Meridiana: Salmo 3

Vespertina: Nehemías 4

LA ARMONÍA Y EL DEBER

Para que todo funcione y marche bien, se necesita la armonía; y si no, fijémonos en las piezas de un automóvil. No todas son iguales, ni cumplen idéntica función, pero necesitan que todas cumplan su parte para que el auto funcione. Si solamente una de estas piezas fallara y no trabajara en armonía con las demás, el motor dejaría de funcionar, y el automóvil se detendría totalmente.

Igual es con nosotros, todos no tenemos el mismo don ni la misma tarea, pero sí tenemos toda la misma responsabilidad ante Dios, la Iglesia y nuestros hermanos: cumplir nuestra función para mantener la armonía y el buen ambiente en nuestro vivir cotidiano. Si te niegas a realizar tu parte y hacer tu contribución al buen funcionamiento de todo, por pequeña que te parezca, y aunque creas que es sin importancia, estarás rompiendo la armonía y serás motivo de discordia, y el enemigo tomará gloria al ver tu indiferencia y dañarás a otros y se destruirá la armonía, aunque sólo sea por un breve tiempo; la armonía debe reinar para que todo funcione a perfección y para gloria de Dios

-Judith Stone

Cumple con tu deber y huye de la ociosidad,
porque ella es madre de la indiferencia espiritual.