14 – FEBRERO

Matutina: Lucas 17:11-19

Meridiana: Salmo 2

Vespertina: Hebros 4:14-16

CRISTO, EL VERDADERO SACERDOTE

Ante la petición de sanidad de diez leprosos, la respuesta del Maestro fue: “Id, mostraos a los sacerdotes”. La ley establecía que sólo los sacerdotes estaban autorizados para declarar a un hombre sano de esta enfermedad. Ellos creyeron a la palabra de Jesús y mientras iban, fueron limpiados. Nueve de los diez hombres continuaron su camino hacia los sacerdotes para ser declarados limpios ante la comunidad, pero uno fue hacia donde estaba el verdadero Sacerdote para ser declarado limpio ante Dios.

Los sacrificios que tendría que haber llevado a cabo el samaritano para ser declarado limpio, según Levítico 14:1-32, señalaban a Jesús y su sacrificio en la cruz. Las avecillas representan la muerte de Cristo y su sangre siendo roceada sobre su pueblo para libertarles del pecado (1 Pedro 1:1,2). Él es el verdadero Cordero de Dios que quita el pecado del mundo (1 Pedro 1:18,19). Con aquel acto de adoración, el samaritano mostró su reconocimiento de Jesús como el Mesías, el Hijo de Dios, el mayor Sumo Sacerdote, el cual no sólo lo declaró “limpio”, sino “salvo”.

-Eliudel González  

Teniendo un gran Pontífice que penetró los cielos,
retengamos nuestra profesión.