13 – OCTUBRE
Matutina: 1 Pedro 1:13-23
Meridiana: Salmo 75
Vespertina: 1 Pedro 2:11,12
PARÁBOLA DEL HIJO PRÓDIGO
El pródigo pensó en cómo hacer su entrada, preparó todo un discurso: “iré y diré, Padre he pecado” …pero al llegar el padre le abrazó, antes de decir nada.
Un famoso escritor dijo: “… Jesús presenta a Dios no esperando a que su avergonzado hijo se introdujese furtivamente en el hogar, ni manteniéndose en su dignidad cuando llegó, sino corriendo a recibirle en sus brazos, en todo su estado de vergüenza, en sus harapos y suciedad. Este mismo nombre de “Padre” oscurece a la vez el color del pecado y destaca la espléndida gloria del perdón”. Pero en esta historia hay un último personaje: el hermano mayor, ese que no se alegra y murmura fuera de la fiesta.
¿Por qué al hombre le cuesta aceptar perdón y salvación para otros, por qué se alegra más cuando es perdonado que cuando Dios perdona a otro? Porque el hombre aún cree que tiene algún mérito por lo que hace; miremos el razonamiento del hermano mayor, la cosmovisión egocéntrica de mi mérito, mi esfuerzo, etc. Cuando todo es solamente por gracia, porque Él quiere, porque le place. Sin dudas el único digno de alabanza en esta historia es el padre.
-Rolando Madruga
Solo a Él sea la gloria.
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