28 – OCTUBRE

Matutina: Éxodo 34:28,29

Meridiana: Salmo 75

Vespertina: Isaías 6:1-8

UN ENCUENTRO TRANSFORMADOR

Moisés sube al monte Sinaí, lo único que desea es ver el rostro del Señor. Solo ve su espalda y eso bastó para que descendiera transformado y por los próximos 39 años guiara a un pueblo difícil, terco y rebelde permaneciendo fiel a Dios, Moisés continuó de esa manera porque la gloria de Dios le había transformado.

Isaías tiene un encuentro con el Señor, ve en visión el trono de su gloria (Isaías 6), obteniendo un conocimiento profundo de su pecaminosidad. (Isaías 6:5). Al final de la experiencia, el solo hecho de ver la gloria de Dios terminó en una transformación del profeta, suficiente para que pudiera predicar la revelación de Dios por los próximos 50 años, sin que el pueblo respondiera a su predicación y sin que Isaías se desanimara, se deprimiera o desistiera, ¿qué fue lo que le sucedió que le permitió permanecer fiel a la encomienda de Dios? Lo mismo que le sucedió a Moisés, tuvo un encuentro con el Señor que le cambio para siempre.

Así mismo la gloria de Dios puede cambiar nuestras vidas hoy.

-Juan Daniel de la Vega

Cuanto más veas a Dios, más Dios será visto en ti. – Charles Spurgeon