2 – NOVIEMBRE

Matutina: Mateo 16:23

Meridiana: Salmo 57

Vespertina: Hebreos 11:6

ALLÍ ESTABA EL CHARRO CANTOR

Años atrás me habían hablado de ciertos “museos de figuras de cera”, que se pueden visitar en el Distrito Federal. Nos dimos a la tarea de preguntar aquí y allá hasta que, al fin, los localizamos en unas casas antiguas de un barrio de la ciudad.

Allí contemplamos muchos personajes famosos que, hace unas cuantas décadas, hicieron historia. Guerreros, estadistas, patriotas y artistas célebres del pasado. Íbamos por un estrecho pasillo observando las figuras que, una mano diestra, había dado forma con asombroso realismo. De pronto nos encontramos frente a una vitrina iluminada, y allí estaba Jorge Negrete, “el inolvidable charro cantor mexicano”, con su típico traje y un gallo fino en las manos…

El hombre que cantó en un tiempo las glorias de su “México lindo y querido”, estaba allí, inmóvil, sin vida dentro de aquella vitrina.

El charro apuesto y valiente, que admiramos en las películas de hace unos treinta años, es hoy una figura inerte en un museo de ciudad México.

“Vanidad de vanidades” nos habla la Biblia con certera sabiduría. No se equivocó el Maestro cuando dijo: “Porque ¿de qué aprovechará al hombre, si granjeare todo el mundo, y perdiere su alma? O ¿qué recompensa dará el hombre por su alma?” Mateo 16:26.

La vida sin Dios no vale la pena, aunque esta gire dentro del aplauso de las multitudes, dentro del oro y las copas de champaña. Detrás de todas las glorias del mundo y después de todas las impurezas, hay un amargo despertar. ¡Preparémonos para el encuentro con Dios!

-Luis Cruz Lara

El futuro de nuestra alma es algo que nos debe preocupar.