12 – NOVIEMBRE

Matutina: Hebreos 11:23-26

Meridiana: Salmo 57

Vespertina: Hebreos 11:27-31

UNA ESTRELLA FUGAZ

La conocí cuando yo tenía 18 años de edad, al llegar a la Escuela Preparatoria de Discípulos, en la Playa de Baracoa, Habana, Cuba, el 22 de febrero de 1953.

Iraida nació el 22 de noviembre de 1933, y falleció, víctima de una enfermedad fulminante, el 24 de febrero de 1955, en la plenitud de su vida.

Como joven consagrada y fiel alcanzó uno de los grados más altos que se otorga a la mujer en nuestra Iglesia. Solamente hablé con ella una sola vez. No he olvidado jamás esa conversación. Me contó de sus experiencias espirituales en un humilde pastorado rural; de sus oraciones en las noches calladas, y de su estrecha amistad con Dios en su temprana edad.

No sabía yo en ese tiempo que una muchacha de unos veinte años podía alcanzar tan alta comunión con Dios, y eso me impactó en gran manera. Hay cosas en la vida que no podemos comprender con facilidad. Hoy no le podemos preguntar a Dios por qué nos alumbró por un tiempo tan limitado. ¡Cuánto bien pudo seguir haciendo a la niñez y a la juventud cristiana con su valioso ejemplo!

Hoy nos resignamos y nos consolamos al saber que, nuestra iglesia ha sido fragua de cristianos eminentes, que han dignificado las filas del pueblo del Señor.

Al hablar de los héroes y heroínas que fundaron o contribuyeron con la fundación de nuestra Iglesia, tenemos que decir: ELLOS SE INMOLARON PARA QUE HOY NOSOTROS TENGAMOS VIDA.

-Luis Cruz Lara

-Esa es la enseñanza del pozo: a veces hay que tocar fondo para entender la grandeza del cielo. -Francesc Miralles