Nuestra iglesia fue organizada por Ernest William Sellers, ciudadano norteamericano que llegó a ser conocido en el seno de la Iglesia como Apóstol Daddy John, de quien toma nombre el Hogar de Ancianos radicado en la calle Calixto García número 397, Colón, Ma-tanzas, Cuba.
En el año 1944 Colón recibió al primer misionero que pregonó en la ciudad el glorioso mensaje de: “Arrepentíos y Creed al Evangelio”. Estas palabras se escucharon en la voz del intrépido evangelizador Armando Rodríguez Aguerrebere, quien se estableció en el lugar donde hoy radica nuestra iglesia, espacio donado para que allí se construyeran nuestras instalaciones. Bajo la dirección del Ap. Ángel María Hernández se edificó un edificio de dos plantas que se denominó en un principio Salón Conferencial, sede de muchos eventos nacionales. Por necesidades extremas, a finales de los años 60 del pasado siglo, se transformó en Hogar de Ancianos, bajo el liderazgo del Pastor Dagoberto de la Paz, sitio que, hasta el día de hoy, da abrigo a cientos de ancianos de la Iglesia y a otros de la comunidad, que no pertenecen a la institución cristiana. A principios de los años 80, bajo la dirección del hermano Ariel López García, comenzaron a implementarse significativos cambios en las estructuras de la instalación. Luego, el entonces pastor Roger Izquierdo dio un empuje a la trascendental idea, que resultó materializada bajo la dirección del superintendente Elías Cruz Rojas. La edificación trasformada en dos edificios aledaños de 3 pisos, ha permitido una mejora considerable en la calidad de vida de los ancianos y ha facilitado la labor del personal vinculado a la institución.
Son varias y excelentes las prestaciones que la Iglesia ofrece hoy en el Hogar de Ancianos Ernest William Sellers, bajo la dirección del supervisor Isaí Simpson Jackson. Allí todos los servicios son gratuitos, existe agua potable filtrada y purificada para toda la comunidad, cuidados a enfermos en el hogar y el hospital, ayuda a pobres y necesitados, atención diurna de ancianos, alimentos para menesterosos en horarios de almuerzo y comida. El lugar cuenta, además, con excelente atención médica que consta de un amplio personal del sector: una doctora, 9 enfermeras y 16 asistentes dedicados las 24 horas del día en diferentes turnos laborales. Ellos disponen de una infraestructura adecuada, concretada en una consulta, un cuarto de enfermería y una sala de pre ingreso. Es digno de encomio lo que hace el personal médico y los asistentes: más allá del salario, trabajan con el corazón rebosante de amor, dando lo mejor de sí por la causa. Todo el personal elegido concienzudamente es el mejor con el que se pueda contar. No hay calificativo justo que describa la entrega que solo gigantes pueden ofrecer.