2 – ENERO
Matutina:Salmo 138
Meridiana: Salmo 3
Vespertina:Proverbios 21:4
QUE NO SE ENSEÑOREE DE MÍ
Cada ser humano posee una fiera nacida del orgullo y el amor propio llamada ego; sus dientes afilados devoran todo a su paso, dejando grandes cicatrices a sus víctimas; mas es, sin embargo, casi irreconocible su presencia para el hombre.
Solo con la ayuda del Espíritu Santo se puede reconocer la estadía de esta terrible bestia, y solo con la fuerza que viene de Dios se puede vencer el orgullo y la vanidad del corazón humano.
¿Cuántos nos hemos visto dominados por este leviatán despierto en nuestro interior? ¿A cuántos hemos herido con esta obra carnal?
Mas, oh hermanos, demos gracias a Dios por Jesucristo. Alabemos al bendito Cordero que nos ha libertado del poder del pecado para ya no andar en los deseos e impulsos de esta carne enferma. Él dijo:
“Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas” (Mateo 11:29).
Que nuestra petición más sentida se una a la de Juan el Bautista: “A él conviene crecer, mas á mí menguar”.
–Diana R. Díaz
¡Cristo debe crecer en nosotros cada día!
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