17 – ENERO

Matutina: 2 Pedro 3:18

Meridiana: Salmo 3

Vespertina: 1 Tesalonicenses 3:12

CRECER

Desde la infancia, uno de los deseos más latentes en el corazón es el de crecer, ser mayor, poder valerse por uno mismo y tomar sus propias decisiones. Tiempo después, cuando ese deseo infantil se ha cumplido, nos damos cuenta que es peor de lo que parece. Enfrentarse a los retos de la vida, dejar de lado la inocencia y despreocupación de la infancia y estar conscientemente expuestos, día a día, al “mundo de los adultos” en ocasiones hace que a los más entusiastas se les escape el aliento.

En la vida cristiana sucede de forma similar. Cuando comenzamos, el gozo, la liberación e incluso la ignorancia de los
principiantes nos hacen sentir que todo es perfecto; al caminar más adelante, nos damos cuenta de lo inmenso de los retos. Muchos quisiéramos permanecer en esa “niñez espiritual”, pero lo cierto es que para la mayor parte del camino que nos resta por delante se hace necesario crecer. Crecer y enfrentar los dolores y retos que conlleva. Creciendo, sólo así se aprende lo que significan las palabras del Maestro de tomar su cruz y negarse a sí mismo cada
día. Crecer es el fruto visible de la santificación.

-Rolando Madruga

Crecer pareciéndonos a Cristo.