3 – FEBRERO

Matutina: Hebreo 8:8-12

Meridiana: Salmo 2

Vespertina: Santiago 1:23-26

ACTUALICEMOS LA IMAGEN MENTAL

Cuando dejamos de ver a un familiar o amigo por muchos años, la imagen que conservamos en nuestra mente es la del tiempo en que dejamos de verle. Una de mis hijas conserva una foto mía cuando tenía 18 años; es un retrato que captó la personalidad que tenía en aquel entonces: pero el tiempo vuela, han pasado los años, y aunque es la misma persona, muchos aspectos de mi vida y personalidad han cambiado.
Al igual que una fotografía, las impresiones que tenemos de las personas no cambian si no actualizamos la imagen mental. Por ejemplo: Un hermano en la fe abandona el camino cristiano, se aficiona a las drogas y a las bebidas alcohólicas y otros pecados. Los que lo conocían se formaron una mala imagen de él. Un día cambia, deja los estupefacientes, el alcohol y las malas compañías y le entrega su vida a Dios. Muchos de los que le conocen aun conservan la antigua imagen mental que se formaron de él. En cambio, la Biblia señala claramente que, cuando un pecador se arrepiente, Dios desecha la antigua imagen que de él tenía (Heb. 8:12). El cristiano tiene que aceptar el cambio en los demás.

-María R. Arias 

Una nueva imagen: una nueva criatura