4 – FEBRERO

Matutina: 1 Corintios 3:23

Meridiana: Salmo 2

Vespertina: 1 Corintios 6:19

PROPIEDAD DE CRISTO

Los derechos de propiedad brindan a las personas la prerrogativa de usar ese bien que poseen a su nombre de forma exclusiva, a su discreción y para su disfrute y beneficio. Es por eso que una de las primeras cosas que se ponen en orden en la construcción de cualquier inmueble es los términos de la propiedad. Un creyente, según la Biblia declara, es una persona que ha renunciado a los derechos de propiedad de su vida y ahora esta pertenece a Cristo. La Biblia dice: “Pero el fundamento de Dios está firme, teniendo este sello: Conoce el Señor a los que son suyos; y:
Apártese de iniquidad todo aquel que invoca el nombre de Cristo”(2 Timoteo 2:19). Es decir, el sello, la garantía de un cristiano es que Dios le conoce porque “Dios conoce a los suyos”. No se puede ser propiedad de Dios y mantenerse viviendo en iniquidad. Todo aquel que viene a Cristo renuncia al timón de su vida guiada por sus intenciones egocéntricas para dejar, ahora, que sea la mano de Dios quien le dirija para su propia gloria. Es en el sometimiento a nuestro Dios y la entrega del “derecho de propiedad” de su vida que un cristiano aprende a deponer con humildad sus exigencias y comienza a vivir para un fin mayor: “Dar gloria a Dios en todo”

-Rolando Madruga

Tuyo, oh Dios, es el reino, el poder y la gloria dentro de mi corazón.